Adsense Horizontal

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Quién es Tom, ese que graba a los ciclistas?




Que un compañero de trabajo le invitara a la tiendita por algo de comer le cambió la forma de percibir la ciudad a este productor de televisión, fotógrafo y punk de hueso colorado. Y no fue porque saliera esa tarde con una visión de urbanista; ese día se acordó que no sabía andar en bicicleta, aunque ya era demasiado tarde para bajarse de ella.

Recuerda que la bicicleta fue un juguete más de su infancia que pronto se quedó arrumbado junto a los otros objetos que le daban diversión en esa época. En su adolescencia la bici era sinónimo de panadero, niños en el parque o ridículos en licra y casco fosforescentes.

Hace un año llegó a las oficinas de Cletofilia con una lista de fotografías, perfiles de Facebook y Twitter de una veintena de personajes involucrados en lo que podríamos llamar el “movimiento bicicletero” de la Ciudad de México. Creí que se trataba de un agente secreto del CISEN o de algún periodista que sabía hacer su trabajo.

Tomás Canchola lleva más de cuatro años como productor del programa EMCO (Especiales musicales de Central Once) en el Canal Once y 18 como fotógrafo. Sus días los divide en entrevistas con rockeros independientes, rodadas por la ciudad y algunos combates en el dojo.

Todo destino lleva un camino por recorrer y para dividir su día en estas actividades tuvo que recorrer un largo trecho que comenzó al abrir un estuche de piel que en su interior guardaba una cámara Retina Reflex de 1968, herencia de su papá, un abogado estricto y padre de carácter seco y fuerte. El aparato venía acompañado de lentes y algunos rollos. Era perfecta para sacar una tarea de la prepa.

El primer rollo que reveló le hizo sentir que era bueno para algo más que escuchar a la Polla Records o Atóxico en su cuarto o ver las tocadas en el programa Águila o Rock. Los rollos de fotografía se enredaron en su vida al mismo tiempo que encontraba su identidad en las páginas de la revista Conecte donde se enteró del Chopo, los verdaderos Punks y un DF muy particular que se le quedaría grabado en la piel... Literalmente.

La tinta de Tom

Las raíces de Tom las puedes ver en sus pantorrillas, más allá de una forma retórica. En la izquierda lleva una D y en la derecha una F. Iniciales de la ciudad que lo vio nacer y lo ha visto crecer, aunque cada año deba huir a la playa. La palmera y las olas las lleva tatuadas en la pantorrilla izquierda, a un lado de su abuelo materno. En la derecha están los símbolos que para él son más el lado de la razón. Ahí está el retrato de su papá y la ilustración de un dinosaurio a modo de explicación científica. En total son 14 los tatuajes que lleva en su piel hasta ahora.

Tríptico de un reencuentro con la bici

1.
Una bici con rueditas que la guardan en el auto familiar y la sacan al llegar al parque. Un niño que la pedalea y la devuelve al auto para regresar a casa.

2.
Encerrado en una casa en Cuernavaca, trabajando en una postproducción, su compañero le dice que vayan por un “monchis” a la tiendita más cercana. Acepta. Su compa se sube a una bici mientras señala a Tom la otra para que se suba. Obedece, monta el cuadro, toma el manubrio y se queda inmóvil mientras ve cómo su compañero se aleja, hace una pausa y regresa para preguntarle si está bien. “No sé andar en bici”.

3.
Es 2007. Está de vacaciones en Chilpancingo. Las chelas rolan todo el día en el traspatio de una fábrica abandonada donde hay una bici. Pasa todas las vacaciones intentando dar más de tres pedaladas, hasta que logra dominarla. “Ya sé andar en bici”.

Para rematar su reencuentro con la bicicleta tuvo que haber una ciudad gringa y una crisis existencial. En un viaje a Nueva York vio que la gente se movía en bicicleta y pensó que eso sería posible en el DF de sus amores. Regresó con la crisis de los 30 en los hombros, hacer algo que nunca has hecho es un paliativo para cruzar ese umbral del desequilibrio humano. Lo consiguió comprándole una BMX a un buen cuate. El cuadro llevaba calaveras y era negra. En ella iba y venía de su otro paliativo: el Karate. Todo era perfecto, hasta que se la robaron y tuvo que comprarse otra, una de montaña. Por supuesto negra.

Hoy Tom ya no me parece un agente del CISEN, y si lo es está muy cabrón. Aparece en todas las rodadas masivas, fiestas y muy regularmente en la tienda Velodrome, lugar donde dice haber sellado su pertenencia a lo que bien podríamos llamar el “movimiento bicicletero” de la Ciudad de México. Siempre con su cámara tomando fotos y levantando video. Él dice que es para un documental sobre dicho movimiento. No lo sabemos con certeza, lo único que es seguro es que Tom es un personaje que merece estar en esa lista que él mismo llevó hace un año a las oficinas de Cletofilia, y que en su cámara están todos los rostros de los que se jactan de ser ciclistas urbanos.

jueves, 31 de julio de 2014

A la orilla del Tour de France





1

En 1989 el mexicano Raúl Alcalá ganó la tercera etapa del Tour de Francia de ese año. La radio, la televisión y los periódicos mexicanos mencionaron su nombre y el de la ya mítica carrera francesa a tal grado que el eco de esa hazaña se prolongó muchos años más.

Tal vez fue así como llegó a mi el nombre Tour de France. Esta es la forma en que me he explicado como se sembró la semilla de la ronda gala a mi memoria. Luego, en mi adolescencia comencé a practicar ciclismo y cada vez que era la fecha del Tour me chutaba todo el noticiero deportivo para ver un ínfimo resumen de 20 segundos sobre la etapa del día.

Fue hasta la “era Lance Armstrong” que los canales deportivos comenzaron a transmitir las repeticiones de etapas completas y más tarde toda la etapa en vivo.  Para mi, lo único bueno que dejó Lance.

Así fue como cada año, al llegar julio se marcaba una temporada importante en mi agenda. Levantarse a las 7 am, buscar links en internet para no perderme los primeros kilómetros y a las 10 am prender la tele y poner el canal donde se transmite la etapa en vivo y con comentarios en español. Cada año, batallas llenas de adrenalina. La zona de los Alpes y de los Pirineos, las más esperadas.

2

Una declaración de amor de dos amigos fue el pretexto perfecto para poner el ojo en la mira. A principio de julio se casarían en París. La invitación vino por parte de mi novia y aunque los pronósticos y estadísticas de mi economía personal pintaban días nublados, acepté. “Vamos, y luego podemos perseguir el Tour”.

Saltar de la pantalla a las carreteras para ver el Tour es un paso mágico, pero para llegar a ello hay que hacer un plan. Busqué en internet consejos y me encontré algunas buenas páginas y un excelente video donde te dan tips para disfrutar al máximo el paso del pelotón.

Renté un carro, solicité un GPS (sumamente importante) y además compré un mapa para cruzar Francia, de París hasta la zona de los Alpes. Sin lugar a dudas las mejores etapas para ver el Tour son las de montaña, pues los ciclistas suelen ir un poco más lento en las subidas.

3

Honestamente no tenía idea de lo que me esperaba. Sabía que la gente llegaba a las carreteras desde muchas horas antes o incluso dormían ahí para tener un buen lugar. ¿Pero luego qué? ¿Qué se hace?

Nuestro primer punto fue el Côte d’Echallon, a unos 10 kilómetros de Oyonnax, la meta de la etapa 11 y el inicio de la zona alpina.

Imaginen un día de campo al que llegan cientos de ciclistas en sus campers o automóviles. Bajan su bici, ruedan por la misma carretera por donde horas más tarde pasará el pelotón del Tour, terminan, se abren una cerveza o un vino y preparan unas baguettes de queso brie. Suena bien… Es como si los “pamboleros” tuvieran la oportunidad de echarse una cascarita en el estadio antes de un partido del Mundial y luego ver a los jugadores a unos centímetros de distancia… Ok, no. Esto es un poco más sofisticado.

Como siempre me dijeron “al país que fueres haz lo que vieres”, saqué la cerveza, la baguette, los quesos y luego a dar el rol. Al primero que reconocí y corrí hacia él como niño en Disneylandia fue a Dieter “Didi” Senft, el alemán que se viste de diablo cada año para perseguir a los ciclistas con su tridente. ¡Ya sentía la fiesta venir!

La caravana publicitaria que desde 1930 forma parte del Tour anuncia la víspera del pelotón. La gente se levanta de sus bancos de picnic, los niños se alistan para aventarse a recoger todo lo que avienten y lo mismo los papás y los abuelos. Todos se arremolinan a la orilla de la carretera. En seguida vienen dos, cinco, 15, 20 carros de la organización. Después las motocicletas, otras 20. Y finalmente, desde la lejanía produciendo un sonido in crescendo, el helicóptero que va transmitiendo en vivo desde las alturas. Esa es la última alarma, ahí vienen, todos ellos, los que has visto durante años en televisión, de los que sabes sus nombres y reconoces su rostros aunque lleven casco y lentes.

El singular claxon del carro insignia envolvió el ambiente, luego parecía que todo se había puesto en pausa durante una fracción de segundo y ¡pum! El pelotón comenzó a pasar, uno a uno formando una línea multicolor. Rui Costa, José Serpa, Peter Sagan, Vincenzo , “Purito”. ¡Crucé la pantalla! Dos minutos después un segundo grupo. Luego la gente comenzó a moverse. Iban hacia sus autos y otros estaban escuchando una radio portátil, festejaban: un francés había ganado. Tony Gallopin les hacía el día.  ¡Pero ahí viene uno más! Es Andrew Talansky haciendo el papel de héroe luego de una caída y salvando la etapa por escasos segundos.

Se fueron todos. ¿Fue esto un sueño?

4

Para ver la siguiente etapa tenía que manejar más de tres horas, así que nos la brincamos y me dirigí hacia Le Sappey en Chartreuse, un lugar de ensueño rodeado de montañas verdes y cabañas de madera. La mañana siguiente había que estar a primera hora en el Col de Palaquit, un puerto de segunda categoría (o sea, bastante empinado).

Te cuidado con decir que eres mexicano.

La dinámica ya la había aprendido el primer día. Buscar un buen lugar para estacionar el auto, abrir la cajuela, preparar las baguettes y abrir las cervezas.  Bebiendo, sí, pero con moderación. Hasta que se me ocurrió decir a una bolita que era mexicano. Entonces no pasaron ciclistas si no licores multicolor. Y luego me subieron a la bicicleta para trepar unos metros del Col de Palaquit. ¡Ahora sí ya estaba enfiestado!

El ambiente es realmente festivo en los puertos de montaña y entre más empinado sea, más gente y más ambiente hay. Este día fue realmente intenso. Conocimos a una pareja de ingleses que eran aficionados al Team Colombia y llevaban puesto su jersey. También a otro inglés que había hecho dos rutas en bici por América del Sur y consideraba esa parte del mundo como una de sus favoritas.

5

Vamos a ganar un buen lugar.

Para la etapa que culminaría en Chamrousse decidimos dormir en el auto, a la orilla de la carretera, en medio de los Alpes. Esta fue la noche más espectacular del viaje, pues el punto donde estacionamos el auto fue el Col d’Lautaret, el puerto de montaña más largo de esta edición del Tour de Francia. La carretera va serpenteando entre las montañas alpinas, dejando ver paisajes que te transportan a las fotografías más espectaculares de cualquier revista de viajes.

Durante la noche siguieron llegando más caravanas y automóviles. El cielo se convirtió en un domo de estrellas con una luz intensa. Al fondo, se escuchaba el agua que deslizaba por una pequeña cascada, producto del deshielo.

Al amanecer reiteramos que habíamos pasado la noche en un lugar majestuoso. Era nuestro último punto para ver al pelotón y sería en un marco natural inigualable.

Tras las horas de espera ya habituales para nosotros, pasaron los autos insignia, las motos, la caravana publicitaria y finalmente el helicóptero.  A lo lejos, una serpiente de colores se deslizaba sobre el asfalto. El sonido de las ruedas y las cadenas haciendo cambios de velocidad pasaron por última vez frente a mi. Se había cumplido un sueño, y el punto final de éste me lo regalaría un ciclista del Team Movistar que lanzó su ánfora justo hacia donde yo estaba. ¡Qué más podía pedir! ¡Vive Le Tour!


lunes, 2 de junio de 2014

Andar en bici sí es un suicidio




Lamentable pero cierto. Y no sólo la bici. También caminar, subirte al microbús, al tren ligero y no se diga conducir tu automóvil: aunque traigas 5 bolsas de aire y el seguro más completo (comprado, claro está, pensando en que tarde o temprano te suicidas... quiero decir, te accidentas).

Da coraje, pero la realidad duele: la calle sigue siendo peligrosa porque sigue siendo del que tiene más. Al más puro estilo pandillero, el que marca territorio agandalla al más débil. Y da más coraje cuando a esas pandillas las financia el ciudadano.

La calle es un negocio, donde se produce "desarrollo urbano" y se venden pasos a desnivel, se oferta seguridad al peatón y te entregan puentes peatonales.

Me enteré del fallecimiento de Heliodoro Rodríguez por medio del colectivo Pueblo Bicicletero. Por supuesto que duele, y personalmente porque he compartido con ellos algunos días y me consta que su vida entera está entregada en hacer de Monterrey una ciudad más humana, y eso cuesta mucho trabajo, como para que llegue alguien y les diga "están locos si creen que andar en bici es seguro". La utopía marca el destino y la bici, es un camino para llegar a él, no es la única vía, pero creo firmemente que es una manera de construir ciudades más seguras.

Los accidentes se construyen, todos vienen conformados por ignorancia, impericia, malos hábitos, inconsciencia y excesos. Y por lo tanto también se previenen.

El trabajo que hace Pueblo Bicicletero y todos los grupos que promueven el uso de la bici como medio de transporte o como forma de recrearse, juegan un papel importante para prevenir accidentes.

Hace un par de días publiqué una nota donde se señalaba la falta de compromiso de los grupos por cambiar las políticas públicas. Creo que en este momento el ejemplo no puede ser más claro. Hacer rodadas es divertido, pero "hacer que le ruede la piedra" a los funcionarios públicos es más efectivo, si lo que se quiere es evitar accidentes.

La fórmula es sencilla, para que no existan más accidentes fatales como el de Heliodoro, es necesario deconstruir la suma de estos elementos:

ignorancia + impericia + malos hábitos + inconsciencia + excesos = accidente.  Curioso, porque la descripción de un político lleva los mismos elementos...

Falta mucho trabajo por hacerles, y concuerdo con algunos miembros de Pueblo Bicicletero: una forma más segura de suicidarse, sería quedarse con los brazos cruzados.

sábado, 10 de mayo de 2014

Los 5 especímenes más peligrosos para el ciclista



Aunque cada vez habemos más ciclistas en las calles, debemos confesar que aún existen estos seres mutantes que se ocultan entre el asfalto y de vez en cuando nos sacan un susto. Esta vez vamos a darles una lista de los 5 más buscados, esos elementos que se empeñan en que nuestras rodadas no siempre sean tan placenteras.

El bache (hoyus profundus). Gracias al pésimo material con el que se constuyen las calles de México, este espécimen nace, crece, se reproduce y desafortunadamente nunca muere. Se alimenta de chapopote barato, lluvias y de la ineptitud de los políticos que poco invierten en las ciudades.
Su mejor escenario para atacar es una calle sin iluminación o inundada. Es anfibio, así que puede vivir debajo del agua y tomarte por sorpresa. Le encanta morder llantas de bicis...

Tope invisible (Barrerius culeris). Este espécimen endémico de México, nace gracias a la nula educación vial existente. Es la mutación de un paso peatonal en tercera dimensión. Mientras en países donde para manejar necesitas comprobar que sabes hacerlo, en México deben recurrir a este tipo de especímenes para que los automovilistas reduzcan su velocidad en una esquina y permitan al peatón pasar primero. Su cuerpo está formado de una barrera de mezcla hecha con chapopote, tierra y un poco de concreto. Esta composición da lugar a su primo hermano...

Tobache (Hoyus barrerius). Cuando el bache está construio de material barato (o sea siempre), surge una mutación que lo convierte en uno de los depredadores más feroces de la calle. Un bache justo después del tope es una trampa mortal para el ciclista. El alimento favorito del Tobache son los huevos estrellados al sillín. Disculparán ustedes el lenguaje, pero así lo define el Diccionario de la Real la Experiencia.

La zanja (Rielis cabulis). En algunas colonias optaron por colocar bloques de concreto. Es ahí donde esta forma de vida depredadora de ciclistas nace. Si las cosas se hicieran bien, no habría vida para la zanja, pero el caso en nuestras calles es que uno se encuentra con muchas de estas bestias de apetito feroz por morder o como los científicos lo definen: enrielar las llantas de la bici. Son sumamente engañozas, a lo lejos parecen inofensivas, pero apenas cruzas por una de ellas, el mordizco es casi ineludible.

Coladera (Oris hediondus). Dicen que el olor de sus fauses es debida a que durante algunos siglos deboró candidatos a cargos políticos. Luego, como los políticos dejaron de caminar por las calles, tuvieron que mutar y comenzar a comer peatones, ciclistas y hasta perros callejeros.  La Coladera tiene la cualidad de fingir estar dormida (o tapada), pero cuando pones un pie o llanta encima, ¡zas! Sus mandíbulas abren para deborarte de una sola vez. Cuando hay lluvias, les encanta regurgitar pedazos de algo que aún no se sabe si son heces fecales o restos de cerebro de candidato político.

El político Verde (Hipócritus politikos). Es uno de los más temibles, pues viene del mismísimo Homo Sapiens Sapiens. Aunque actualmente algunos discuten si ellos llevan el Sapiens. Su forma de actuar es a través de los temas de movilidad, ecología y cambio climático, así atráen a sus presas para después aplastarlas con varias toneladas de concreto. Algunos especímenes ejemplares son:

Miguel Ángel Mancera (Jefe de Gobierno del DF), quien convocó a alcaldes del mundo a un mayor compromiso para frenar el cambio climático, pero destinó 6.5 MDP para construir más puentes para automóviles. (Se vale reír o llorar).

Laura Ballesteros (Diputada de la Comisión de Movilidad en la ALDF), su último ataque documentado es haber impulsado la "Ley de movilidad" para la Ciudad de México, que dará prioridad a ciclistas y peatones... Pero que también obligará a cualquiera que desee ocupar la calle para agrupar gente por motivos deportivos, religiosos o políticos, a pedir permiso 48 horas antes a la Secretaría de Seguridad Pública del DF. Buena noticia para que en cualquier momento, con la ley en la mano impidan cualquier paseo ciclista, pues para ocupar el espacio PÚBLICO, habrá que pedirles permiso a los policías.

Si los ven, no les den de comer, que no son mansitos.

martes, 22 de abril de 2014

Nueva app para matar ciclistas y peatones...


Muchos están aplaudiendo que ahora en la Ciudad de México puedes comprar tu licencia para conducir Tipo A desde una app de la Tesorería del GDF, un hecho que pone muy, pero muy lejos, la posibilidad de volver las calles seguras. Muertes por accidentes viales, ¡aquí vamos! A fin de cuentas somos muchos en el DF y parece que la SETRAVI quiere depurar la sobrepoblación. 

En el último reporte del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA) se publicó la cifra de 937 muertes por accidentes viales en DF: 526 murieron por ir caminando en la calle. Ahora, con la "maravillosa" app de la Tesorería del Gobierno del DF, las probabilidades de que un automovilista cometa una accidente fatal aumentarán indudablemente. Si antes era fácil obtener tu licencia, ahora el colmo es que la puedes comprar desde tu teléfono...

¿Y de quién depende vigilar que los conductores de automóviles sean personas educadas y capacitadas? Bueno, sí existe una secretaría que se supone debería hacerlo, es la SETRAVI (Secretaría de Transportes y Vialidad), que su máximo logro en materia de licencias de conducir es presumir que emite de mil 250 a mil 300 licencias diarias en DF, sin preguntar siquiera si sabes o no conducir un automóvil.

Parece que las 937 muertes por accidentes viales que se registraron en 2012 no le preocupan a Rufino H. León Tovar, secretario de Transportes y Vialidad, y que su objetivo es echarle más leña al fuego de esa hoguera donde 526 peatones perdieron la vida.

México ocupó el lugar 7 a nivel mundial en accidentes de tránsito en 2013, y según el reporte de la CONAPRA, los accidentes viales son la primera causa de muerte en el país entre personas de 5 a 34 años de edad. ¡Vamos funcionarios, échenle más ganas para incentivar el uso del auto aunque no sepamos manejar, son brillantes!

Otra más: para sacar tu licencia para conducir sólo hace falta pagar $676 pesos, tomarte una foto, poner tu huella digital y llenar dos formas, todo esto en solo 40 minutos, aunque no sepas conducir o seas casi un invidente, como lo comprobamos en el primer número de Cletofilia, donde nosotros mismos fuimos de compras por una licencia.

El Secretario Rufino H. León Tovar, en entrevista con Cletofilia afirmó que durante el segundo semestre de 2014 habría examen obligatorio para todos lo que quisieran expedir su licencia Tipo A, ya veremos que le interesa más, si la seguridad vial o los más de 210 millones de pesos que se recaudan vendiendo licencias para conducir.

sábado, 12 de abril de 2014

3 tips para llevarte a un (a) ciclista a la cama



¿Cansada de que tu galán sólo te hable de rines, componentes y rodadas nocturnas? ¿Tu chica prefiere dormir abrazada de su bici y tu pasas las noches en el sofá? Que no cunda el pánico. Hoy te daré unos tips para aprovechar la cletofilia de tu pareja e inundar de pasión tu cama...

1. Si es jueves de "Paseo de todos" o miércoles de Bicitekas y ya está ataviado de luces, chamarra fosforescente y entonando un "ea, ea pedealea"... Acércate suavemente y susúrrale al oído. "Guapo, que tal si hoy en lugar de rodar en la calle rodamos en mi cama, ¿sabes que podrías quemar hasta 100 calorías pedaleando esta bicicleta..?

2. Si es tu chica quien duerme en los brazos de Morfeo en lycra y prefiere mil veces ver el Tour de Francia a las 7 am en vivo que echarse un mañanero, invítala a sentarse en un cómodo sillón, y háblale de los beneficios de su pasión por andar en bici a todos lados. "Mira guapa, creo que has invertido muchos minutos sobre la bici y me parece justo que disfrutes de los beneficios. Leí que las mujeres que ruedan 30 minutos al día mejoran su flujo sanguíneo del clítoris y su función sexual. ¿Qué dices, le hacemos caso a la ciencia?

3. Los domingos es típico que el hombre "quiere su espacio", y si las bicis ocupan el 90% de su cerebro y muy probablemente quiera salir en ella o darle una buena engrasada pieza por pieza, sorpréndelo con un lenguaje más atrevido para que el 10% de espacio libre de su "CPU" capte el mensaje: "Oye macho, que tal si en lugar de limpiar el desviador delantero de tu bici le sacamos brillo a otra cosa..." Si no reacciona aplicas plan B: "Querido, está lindísimo ese Shimano XTR que ahora traes entre manos, pero todas esas horas que has pasado yendo y viniendo en bici al trabajo pudieron haber mejorado tu sistema circulatorio, y eso puede resultar en una erección más rápida y duradera".

Si ninguno de estos tips les funciona, les daré un cuarto consejo de emergencia:

4. Bien, tu chico o chica de plano no te peló. Para conseguirlo haz lo siguiente:
a) Ve a una tienda de bicis
b) Pide que te den una de tu talla
c) Regresa en bici y encuéntrate con tu pareja...


miércoles, 9 de abril de 2014

Tan anatómico que te sentirás desnuda, publicidad candente

Esta marca de ropa deportiva para correr, ciclismo deportivo y triatlón ha tenido una serie de anuncios para revista bastante atrevidos. Uno de ellos mereció que se disculpara públicamente pues mostraba a un perro muerto por tanto correr junto a su amo:


Pero lo que a nosotros nos atañe es esta campaña que tiene el concepto "Tan anatómico que te sentirás desnudo", "So insanely anatomic, you feel naked". Llevando esta frase a distintas situaciones. Fue tan explosiva (la publicaron en 2011) que no faltó el que se quejó diciendo que eso era soft porno. ¿Ustedes que dicen?
















sábado, 5 de abril de 2014

5 razones para atropellar a un ciclista en la calle

Los que usamos la bici para movernos por la ciudad solemos ir relajados y disfrutando. Pero no todo es "disenaylandia", hay quienes están hartos de ver ciclistas en la calle. A ellos, no les voy a decir que están equivocados, de hecho los comprendo y por eso les comparto 5 motivos por los que deberían aplastarnos y si les parece, ustedes pueden compartirles esta lista para decirles:
 

1. Mira, si quieres sumarte a la estadística de millones de pesos perdidos a diario por congestionamientos viales, cuando veas a un ciclista dile que se vaya a jugar al parque y que deje la calle libre para los carros. Al fin y al cabo sólo son 33 mil millones de pesos perdidos al año en horas hombre. Esto, sólo en el DF. Luego de escupirle tu ira al ciclista puedes seguir en tu coche y tocar el claxon para ver si en algún momento el de adelante desaparece.

2. Si aún no estás conforme con que mueran 7 personas al día por problemas de contanimación del aire (entre los cuales podrías estar tú), hazle la vida imposible a un ciclista. Los automóviles son responsables del 40% de esa contaminación, por otro lado, aunque "los ciclistas esos..." no vamos a salvar al planeta, el uso de la bici reduce hasta 24% del riesgo de muerte por contanimación.

3. ¿Te enfada... encabrona que le quiten un carril o todos los lugares para estacionarse a una calle para poner una ciclovía? Ok, también puede ser una razón para que descargues tu ira con el siguiente ciclista con el que te topes. Pero antes de echártelo recuerda que "cuesta más crear un lugar para almacenar un sólo coche que lo que cuesta proveer 160 estacionamientos de bicicletas" y que ese dinero también sale de tu bolsillo.

 4. Los ciclistas no pagan tenencia o cualquier otro impuesto. ¡Que se pudran! Sí, sí, que se pudran todos, pero ¿sabes que en México, sólo el 30% usa automóvil, pero el 70% de los mexicanos que pagan impuestos, subsidian las calles, la gasolina y los accidentes que estos ocasionan? En otras palabras, cada viaje en bicicleta le ahorra al estado pérdidas económicas por accidentes, infraestructura y contaminación.

5. Encima de todo, resulta que los que andan en bici tienen mejor desempeño sexual. Pues ni modo de negarlo. Si te hacía falta una razón más para aborrecer a los ciclistas de las calles, en el reportaje que insertamos al final puedes saber todos los beneficios que andar en bicicleta da a la sexualidad de sus usuarios.

PD: Quizá los que usamos la bici para movernos en la ciudad no vamos a salvar al mundo, pero sí le vamos a agregar un poco de tranquilidad y bienestar.

  

viernes, 4 de abril de 2014

De automovilistas nacos y ciclistas hipsters

El adjetivo "hipster" ha caído en el mismo nivel que su contraparte y hermano mayor (respetemos ya su edad) "naco". Ambos motes que no son más que lo mismo: una forma de discriminar al otro, dejando a quien lo dice un sabor de boca entre "soy un erudito, nadie me merece y te aplasto con mi veneno".

Naco. Ya nadie sabe qué significa, quién se lo merece o si uno mismo lo es. Su distintivo en comparación a "hipster" es que suele utilizarse para decirle a aquellos de clase media-baja que sus gustos no van con los nuestros y por eso no merecen la vida. "¡Qué pedo con ese naco que se me cerró en su Chevy que seguramente lo debe al banco!"

Hipster. Que si te gusta un grupo que nadie conoce: eres hipster. Que si no comes carne: hipster. Que si vas al Corona Capital y no a los conciertos del Zócalo: hipster. Que si lees revistas digitales y no de papel: hipster. "Ahora resulta que esos hipsters van a salvar al mundo porque andan en bici, si ni siquiera trabajan, seguro los mantiene su mamá".

Así es, ahora resulta que moverse en bici pasó de ser "para nacos que no les alcanza para comprarse un carro", a ser "para hipsters que no saben andar en la calle".

Al final de cuentas, naco o hipster, la clasificación con la que me quedo yo es esta:

Espectador o protagonista. El primero va a criticar vayas a pie, en patines, patín del diablo, Mercedez Benz, vocho, Brompton, Benotto o Magistroni. Los segundos, son los que se mueven. "Sancho, si los perros ladran es señal de que avanzamos".

Juan P. Ramos Monzón

jueves, 3 de abril de 2014

Tipográficamente cletera

Transport for London es una de las oficinas públicas que más nos gustan. No sabemos si son trácalas o si en Londres les tienen mala fe como suele suceder en nuestro país con las dependencias de gobierno, lo que sí sabemos es que manejan una comunicación muy creativa y permeable.

Esta serie de publicidad para impresos fue creada de la mano del artista gráfico español Alex Trochut, quien generó diferentes cuadros de bicicleta con letras que dan el mensaje principal de cada cartel.

Al mismo tiempo que promueven el uso de su sistema de bicis públicas Barclays, también invitan a los londinenses a participar en el festival anual Prudential Ride London, que se hace desde 2012. Este evento consta de dos días enteros de promover la bicicleta como medio de transporte.

Agencia: MC Saatchi
Lo vimos en: Creative Greed