Adsense Horizontal

jueves, 20 de diciembre de 2012

El 5% , petición ciudadana ignorada por los diputados



Hace casi tres meses, por medio de la revista que hago con un equipo de reporteros-ciclistas, me involucré en el proceso de una propuesta ciudadana muy loable: pedir que el 5% del presupuesto federal destinado a movilidad y accesibilidad, se destinara a un fondo para la bicicleta, el cual podría utilizarse en construir infraestructura para el ciclista, en programas de educación vial, en fin, en mejorar la calidad de movilidad desde un medio de transporte tan noble y benéfico como la misma propuesta del “5%”.

Conocí a gente de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BiciRed), gente real, sin sueldos millonarios ni curules en la Cámara, ciudadanos que tienen su propio trabajo y que todavía encuentran el tiempo para participar en propuestas para mejorar el país en el que viven. Conocí gente que dedica todo su día y les puedo jurar que también sus noches y sus madrugadas en generar conocimiento para compartirlo y aportarlo a nuestros “representantes” para que tomen decisiones que beneficien a las “utópicas mayorías” (ahora así suena todo, como una utopía que no se alcanza).

En serio, merecen un trofeo todos los políticos mexicanos por desencantar a cada generación que llega a ese punto de sus vidas en el que quieren hacer algo positivo para su país. Cada día lo hacen mejor, esta vez, sólo les tomó un par de horas al “analizar” un paquete económico.

Lo han hecho bien, tendremos otro año más con MEGAPROYECTOS de movilidad que lo último que logran es que la gente se mueva. ¡Qué, no leyeron ni un solo estudio entregado durante los últimos meses! ¡No vieron que se pierden cientos de millones de pesos por tener un país atascado en sus súper vías! ¡Que la gente se muere por estar encerrada en sus automóviles porque no han recibido la educación suficiente que les diga “no necesitan sentarse en un carro para desplazarse 5 kilómetros”!

Ojalá un día ustedes también conozcan a la gente que yo conocí en este proceso ejemplar de participación ciudadana. Espero que los conozcan afuera de sus PALACIOS legislativos. Estos ciudadanos, como tal vez se imaginen, no habitan palacios, habitan ciudades que se están desmoronando bajo los pies de una política que aún tiene bien puesto un traje de dinosaurio: imponente, poderoso, pero regularmente torpe.

Han desechado una oportunidad para mejorar al país, era cuestión de voluntad, pero su voluntad no es visible diputados. De cualquier forma, queda una esperanza, quedan miles de personas que han tomado la decisión de subirse a la bicicleta para darle un respiro a sus calles. Si se cruzan con alguno, cédanle el paso y luego piensen, que ese ciclista, representa ahorro, progreso y modernidad, quizá así, algún día los consideren para saber en qué van a gastar nuestro dinero.