Monterrey en bici, es otro

Creo que la bicicleta y lo que grupos como Pueblo Bicicletero hacen por esta ciudad, rompen con estereotipos que otros eventos desafortunados han posicionado como referentes en Monterrey.

Ayer mientras me mostraban los parques, paseos y edificios, no podía relacionar lo que veía con lo que las noticias cuentan de esta ciudad. No quiero decir que sea mentira el estado de inseguridad que se ha vivido aquí, pero creo que hay muchas otras cosas que valen la pena contar de este lugar.

Vale la pena decirles que si toman la bici una tarde y cruzan el Parque Fundidora, habrán visto uno de los complejos culturales más modernos y bonitos del país. Que verán gente en las calles y niños jugando. Que si siguen avanzando por el paseo Santa Lucía llegarán a una plaza con una vista hermosa donde pueden parar por un helado argentino.

Que el centro de la ciudad está reviviendo y que incluso hay un lugar donde puedes intercambiar libros, películas o disfrutar de una obra de teatro, o arreglar tu bicicleta, y que se llama Mamamor.

Que hay una casa bicicletera donde reciben a los viajeros de dos ruedas. Que también hacen parrilladas vegetarianas y que no todos comen carne.

En fin, que es una ciudad que se está moviendo y que tiene ganas de que algún día se mueva al ritmo de la bicicleta.

Cletofilia, un sueño que nació entre el pecho y la Luna

Hace cuatro años inicié un proyecto editorial para retratar lo que estaba sucediendo en las calles de la Ciudad de México. Había escuchado que grupos de ciclistas se estaban organizando para hacer rodadas y también se había llevado a cabo el Primero Congreso Nacional de Ciclismo Urbano. Había algo qué contar al respecto.

En ese entonces yo escribía para una revista de ciclismo deportivo, hacía pruebas de bicis de montaña y de ruta. Así que el tema urbano no tenía espacio en esa revista. Aunque lo propuse un par de veces, no les pareció interesante.

Las ideas no se hacen reales hasta que se comparten, según yo. Así que les platiqué a dos amigos, un fotógrafo y un diseñador. Les dije que deberíamos hacer una revista que hablara de la bicicleta, pero como medio de transporte, no como deporte.

Esa misma tarde, después de platicar la idea durante la hora de comida, llegamos a la oficina y comencé por abrir una cuenta en Facebook y otra en Twitter. El nombre ya lo tenía en mente desde varias semanas atrás, una palabra inventada que expresaba el amor por las bicicletas, o las cletas como algunos le llamamos en México. Así nació el concepto de Cletofilia.

El paso siguiente fue abrir un sitio web con secciones. Agregamos una sección de ciclismo deportivo para atraer más público, pero el ciclismo urbano siempre fue nuestro principal interés.

Fue el 7 de febrero cuando dimos de alta el dominio Cletofilia.com y comenzamos a publicar. Dos años después, viendo que hacer una edición impresa quedaba muy lejos de nuestras posibilidades, decidimos hacer una edición digital que se descargaba en formato PDF. Así hicimos 19 números.

Para 2012 yo había montado un despacho editorial en el que editamos revistas a una casa editorial que importa títulos de Inglaterra y Estados Unidos. Su dueño, Marco Bueninck, sabía que hacíamos también la revista Cletofilia, y un día platicamos la opción de imprimirla.

De esa plática a la fecha en que comenzamos a editar el primer número impreso, pasó un año, aproximadamente.

Hoy, es martes 17 de agosto, y llevo casi tres semanas enfocado enteramente a este proyecto editorial, revisando pruebas a color, fotografías, textos, organizando la fiesta y un rally. Faltan dos días para que la imprenta me envíe las primeras revistas a la oficina. 

En este camino he conocido mucha gente que comparte el mismo amor por las bicicletas y las historias que se cuentan de ellas. Puedo decir que he encontrado inclusive el amor y algunos desencantos.  Y lo más importante es que, confirmo, que un sueño que se siente entre el pecho y la luna, seguro se hace realidad, sólo hay que seguir soñándolo y disfrutándolo todos los días.

De esta forma no serían necesarias las ciclovías

Hace un par de días recibí un mail de mi amigo y webmaster de Cletofilia.Com. Me mostraba unas fotografías que había tomado desde su auto. En la imagen se ve a un ciclista que circula sobre una ciclovía, del otro lado de la calle otro ciclista que rueda por el arroyo vehicular.

Mi amigo me decía que eso estaba mal, porque el ciclista que circulaba por la calle, en el mismo espacio que los automóviles, se estaba arriesgando.

Le contesté diciéndole que yo no veía ninguna infracción en esa foto. Además que las bicicletas tenían todo el derecho de circular por la calle porque también son vehículos. Luego le escribí esto:

"Las ciclovías de doble sentido no son lo más recomendable. Los técnicos recomiendan más las ciclovías de un sentido, así que en el caso ideal, tendría que haber una de cada lado de la calle. 

"La otra es. Las ciclovías existen porque los automovilistas no saben compartir el espacio público: la calle. En el caso ideal, ni siquiera serían necesarias. ¿Qué opinas al respecto?"

Debo decirles que AG Ruiz, el webmaster de Cletofilia.Com, es coordinador de la Campaña Internacional por la No Violencia en México y tiene una visión bastante amplia sobre temas de convivencia, no violencia y civismo. Así que es muy común que nos intercambiemos mails con este tipo de cuestiones.

Luego de haberle enviado mi respuesta, me respondió estas líneas que les comparto.

Ya pensé mucho sobre los dos casos ideales,  pero en nuestro querido México los escenarios ideales casi no ocurren:

a. Hace falta conexión, entender que la naturaleza común entre el ciclista y el automovilista radica en que ambos son seres humanos, ninguno es superior, ambas vidas son apreciables y lo que afecta a uno afecta a todos.

b. Hace falta tolerancia, porque a veces lo que vemos en el tránsito es agresividad y frustración.

c. Hace falta pensar en el bien ajeno, pero eso requiere conciencia y responsabilidad de nuestros actos y no siempre sabemos o estamos dispuestos a hacerlo.

d. Hace falta comprender nuestro destino común, porque en materia de cuidado ambiental es obvio que tenemos que comenzar a dejar de lado ciertos hábitos.

e. Hace falta educación, pero no sólo educación de la que recibimos en las escuelas, hace falta educarse a sí mismo aunque claro eso implica conocer las propias emociones y las propias ideas.

f. Hace falta orden, porque una persona que ha sido reprimida ve en el orden un enemigo, entonces entender el orden como un sentido común toma tiempo

g. Hace falta voluntad, porque el QUIERO hacerlo es más productivo que el PODRIA hacerlo.

h. Hace falta espíritu de comunidad, el individualismo aisla; pero un espíritu de comunidad aunado al derecho de vivir nuestra propia individualidad puede construir una sociedad mejor.

i. Hace falta visión a futuro, porque los combustibles fósiles no son para siempre y así como no aceptaríamos que alguien tire a la basura la comida de nuestros hijos no deberíamos tirar un recurso que puede faltarles algún día.

j. Hace falta conocer las reglas del juego, porque así como hay quienes no leen los manuales de operación, hay quienes conducen un vehículo sin jamás leer el reglamento.

Te ven de raza negra y creen que eres de los profesionales

Su estatura rebasa los 1.80 metros. Es delgado y su piel obscura resalta su complexión fibrosa. Lleva shorts a la rodilla y tenis de correr. La gente lo para para tomarse fotos con él, le dicen "campeón". Murmuran a sus espaldas: "él es de los que ganan".

Es sábado y uno de los estacionamientos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México alberga los módulos de registro para los atletas que van a correr al día siguiente el Medio Maratón.

Edu es médico cirujano egresado del "Politécnico". Lleva apenas dos años como aficionado a las carreras de medio fondo. Me lo encontré en la puerta de Av. Constituyentes de la Primera Sección del Bosque. Ambos estábamos extraviados buscando las carpas para recoger nuestros números. Yo había salido de mi departamento en bicicleta para llegar más rápido, pero fue mejor ir a pie con Edu y buscar juntos el lugar correcto.

Las etiquetas son una herramienta con la que solemos percibir el mundo. Tiene traje, ha de ser licenciado. Se peina con gel el cabello, ha de ser ejecutivo. Maneja una bici, no la ha de alcanzar para algo mejor...

Camino a la Segunda Sección, Edu me pregunta cómo será mi día hoy. Me cuestiona sobre qué voy a cenar, qué tanto voy a hidratarme. Suena inexperto y entusiasta. "Mi hermano me metió en esto de correr. Se lo agradezco", me platica mientras cruzamos puentes y banquetas que parecen trampas mortales para que uno no llegue a su destino.

Nos acercamos al Museo del Papalote y preguntamos a un "viene viene" por el estacionamiento de "La tapatía". Nos da las indicaciones y luego pregunta a Edu, "¿keniano o nigeriano?" ¡Colombiano! Responde él.

"Me pasa muy seguido. Te ven de raza negra y creen que eres de los profesionales. Pero cuando ven que vas con los de atrás..." Comenta Edu con risa.

No le molesta que lo confundan con algún keniano. Hemos terminado de recoger nuestros paquetes. Yo tomo mi bici que había dejado atada a un biciestacionamiento. Luego cruzamos una calle, un señor cruza distraído con su teléfono y Edu advierte con un grito "¡Cuidado, cuidado!" Un auto frena a pocos centímetros del señor. "Mira, por andar sacando mi teléfono casi me atropellan. Gracias. ¿Me puedo tomar una foto contigo?" Pregunta a Edu y él asiente con gusto. A mi me dan el teléfono y les tomo la foto. El señor le desea suerte al campeón. Yo le entrego su teléfono, me despido de Edu y saco mi teléfono para "googlear"  su nombre y ver si de casualidad, he estado caminando con un profesional.

Llenemos las calles de tranquilidad, desde nuestra propia actitud

Cuando me enteré del asesinato de José Luis Rivera Reséndiz en Querétaro, y la forma en que ocurrió, me quedé con muchas emociones confusas. Pensé en todas la veces que decidimos mentar la madre o sentirnos con todo el derecho de insultar a aquellos que impidieron que nuestro día corriera sin ningún percance. También de las veces en las que nosotros estamos del otro lado de la moneda y sin pensar en los demás, nos animamos a cuidar nuestro bienestar sin fijarnos si perjudicamos a otros.

La línea entre un arranque de coraje y un suceso fatal es sumamente delgada. Cada día se hace más latente la frase "no sabes con qué loco te vas a encontrar en la calle".

Atropellar a un ciclista porque te golpeó el automóvil como una forma de reclamo, es un exceso. Golpear un automóvil porque te obstruyó el paso o te aventó el carro, puede generar ese exceso.

De ninguna forma se justifica la muerte José Luis. Pero creo que merece mucha importancia hacer un alto y revisar la forma en la que nos comportamos como ciclistas en las calles. Ser sinceros con nosotros mismos y analizar si como ciclistas nos estamos sumando a la tranquilidad de las calles o a un campo de batalla en el que antes sólo participaban los automóviles.

Muy poco podemos hacer para cambiar a los demás, si antes no cambiamos nosotros mismos.

Cuando publicamos la nota en Cletofilia.Com, todos los comentarios fueron de violencia. Ninguno invitaba a alguna reflexión. Es duro aceptar los errores, y  mucho más cuando ese error conlleva a la muerte. Creo firmemente que violencia genera más violencia.

Estamos a tiempo de pensar en la actitud que queremos contagiar en las calles. La bicicleta es un medio que te dota de libertad, que rompe las cadenas del estrés, del consumo de combustibles, de la economía de la gasolina. ¿Por qué buscar la aguja en el pajar y pelearnos en lugar de avanzar?

Perdemos el tiempo intentando educar en un par de segundos (o lo que dure la mentada de madre) a un automovilista. Creo mucho más productivo contagiarlo con una buena actitud. Si va de malas y con coraje, que se quede con ello, no vale la pena contagiarnos de eso.

Me parece que el mejor homenaje que se le podría rendir a José Luis y a la misma forma de vida que representa trasladarse en bicicleta por la ciudad, es rodar con una actitud de paz en lugar de lucha, de alegría en vez de furia a diario. Llenemos las calles de tranquilidad, desde nuestra propia actitud.

Dime qué bici usas y te diré como eres (Editorial 19)

Soy de la opinión que las bicicletas son una extensión de tu personalidad. Igual que muchos objetos que usamos a diario. Uno elige marcas, modelos, colores, en fin, las características de un objeto, de acuerdo a gustos y necesidades muy personales.

Lo mismo pasa con las bicicletas. Hay una enorme variedad de tipos de bicis. Sólo dentro de las bicis de montaña hay una larga lista: Cross Country, enduro, trail, freeride, down hill, all mountain… Lo mismo para las de ciudad: boulevard, fixed, híbridas, plegables...

Cada bici tiene una serie de piezas que le van dando cierta personalidad. Y qué decir de sus usuarios. ¿Qué decir? Ah, bien, precisamente de eso trata este número 19 de Cletofilia. Hemos hecho tres retratos profundos de ciclistas muy distintos entre sí, pero al fin de cuentas ciclistas: BMX, Trial y Fixed.

Abordamos a un ciclista por modalidad y les preguntamos por los lugares que frecuentan, los problemas que deben enfrentar para realizar su deporte, gustos personales, música y lugares para ir de fiesta.

También hemos incluido un artículo sobre el “Cliché”. ¿Por qué solemos etiquetar todo lo que pasa frente a nuestros ojos?

Bienvenidos a nuestra edición 19, disfruten las imágenes, los datos, los números, y seguramente se identificarán con alguno de estos grupos.

Quizá para un siguiente número hagamos un especial de una nueva “especie” que ha ido naciendo en los últimos meses, la de los “politicletos”. Aquellos políticos que se suben a la bici para salir en una foto, aunque no venga al caso ir sobre ella. ¿Los han visto alguna vez?

Juan Pablo Ramos Monzón

Director

@juanhacecas

Emily Maye para Rapha, un deleite visual

Creo que esta marca se me ha vuelto una especie de obsesión. Rapha es una de las firmas más exclusivas de ropa para ciclista. Sus cortes, diseños, propuestas y sobre todos ellos, el estilo, hacen de su ropa un objeto del deseo para los que gustamos, o mejor dicho, amamos el ciclismo.

Pues bien, con esta obsesión, y como si se tratará de un adolescente buscando pornografía, abrí, una vez más en el día, la página web de Rapha. Y cuál va siendo mi sorpresa, que mi dosis de deleite visual se vio satisfecho al doble.

En el portal de esta marca que tiene el saco de mis sueños, anunciaban una entrevista con Emily Maye, una fotógrafa que comparte por completo el distintivo que ya he mencionado sobre esta marca: el estilo.

En la entrevista habla sobre la sesión fotográfica que hizo para el equipo Team Sky, que para 2013 usará uniformes Rapha. Maye viajó al campamento de pretemporada de esta escuadra, en Mallorca, España. El trabajo que hizo para el Sky fue sublime, una serie de imágenes que retrata el rostro jamás verías durante un Tour de Francia o una clásica de primavera.

Los gestos, los detalles del ciclista en lo cotidiano, un rostro humano y elegante. Eso fue lo que Emily Maye capturó durante el día que pasó con uno de los equipos que darán mucho de qué hablar durante 2013.

Johny Loco para Dockers

Con esta entrada retomaré un blog que antiguamente cree, de hecho podría decir que fue el predecesor de Cletofilia.Com, se llama (pues aún no lo doy de baja) promociclos.blogspot.com, y sólo hablaba de la publicidad hecha para bicicletas o donde ésta fuera la protagonista.

En aquel blog alguna vez escribí sobre Johny Loco y sus chicas exploradoras, una campaña publicitaria de esta marca de bicis "vintage-boulevard" hechas por un grupo de amigos holandeses que estando en un aeropuerto conocieron a un señor que les platicó su vida entera mientras esperaban su vuelo y luego desapareció dejándoles un viejo maletín y una bici de playa.

Años después, la marca de este grupo de amigos llamada Johny Loco, en honor a ese turista, se convirtió en una fuerte firma con un amplio catálogo de bicis vintage y lentes de sol. Y recientemente participó con la marca de pantalones Dockers para hacerles una bicicleta especial para ellos.

La bici usa el mismo cuadro que su modelo Dutch Delight men, con el tubo superior curvo y detalles como una canastilla metálica integrada y puños y asiento en color piel. Esta bici la usaron para hacer carteles y para exhibirla en algunas tiendas de Dockers, como lo pueden ver en la imagen.

Sin lugar a dudas, la bici sigue subiendo su popularidad y la publicidad es un buen reflejo de ello.