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viernes, 21 de agosto de 2015

Vivir en la era de la bicicleta

Foto: Jaume Escofet


La bicicleta puede transcender del objeto que nos permite movernos de un punto a otro, su propia naturaleza, la geometría de las piezas que la conforman crean una analogía de la vida misma. Avanzar gracias a los ciclos, al equilibrio, pero sobre todas las cosas, al esfuerzo propio. Si te quieres mover, sólo basta con que tú mismo inicies el movimiento para comenzar a avanzar.

La era de la bicicleta no trata precisamente de moverse en una bici. Es el cambio de la era del automóvil que está caducando. Es moverse en esta vida sin tanto peso.

La era del automóvil estaba marcada por complicar cualquier intención de vida. Inclusive la de moverse. En el siglo XIX se comenzó a "industrializar la capacidad humana de movernos", como apunta Ivan Illich en su ensayo Energía y Equidad. A partir de ese entonces avanzar por la vida se llenó de trámites y gastos que ahora podemos darnos cuenta eran innecesarios.

Por ejemplo, quienes escribimos no tenemos que tocar la puerta de una editorial para que nos publique un texto y nuestras ideas le lleguen a los ojos de alguien más. Tenemos al alcance de un clic un Blogspot o un WordPress con el que podemos hacer nuestro propio medio. No hay necesidad de pagar un hotel gran turismo para poder hospedarte por unos días en una ciudad o país que no sea el tuyo, ahora descargas Airbnb y entras a la casa de un desconocido que te brinda su confianza, sus llaves y su casa entera para que vivas en ella el tiempo que necesites, por una cantidad significativamente más económica que un hotel tres estrellas.

Para aceptar un trabajo que te queda a 10 o 15 kilómetros ya no te pasa por la cabeza que DEBES pedir un préstamo para pagar un enganche para poder comenzar a pagar "la letra del auto". Tomas la bicicleta, te montas en ella y llegas. O te pides un taxi desde tu teléfono sin tener que marcar un sólo dígito (UBER, Yaxi, Easy Taxi...)

Pensar que tienes que comprarte un auto para poder moverte en cualquier ciudad, en estos tiempos sería como querer escribir este artículo con una máquina de escribir mecánica, ir a una fotocopiadora y pagarle a alguien para que lo reparta de mano en mano.

En la era de la bicicleta puedes tener un millón de "televidentes" sin haber pisado nunca Televisa Chapultepec, el Werevertumorro tiene más de 10 millones de suscriptores en su canal de Youtube y en menos de dos horas lo ven casi 200 mil personas. Quizá no sea el mismo impacto que tiene Loret de Mola, pero si estoy seguro de algo es que hoy hay más youtubers que presentadores de noticias en ambas cadenas del duopolio televisivo. 

Salir de la casa de tus papás suponía que tenías que encontrar al amor de tu vida antes de los 30 años (si no ya estabas quedado), iniciar la compra de una casa que en 30 años más podría ser tuya, encima comprarte un auto y si te gustaban los perros, conseguir uno de raza fina. En otras palabras, tenías que beneficiar a la industria de las bodas, la industria inmobiliaria, la industria automotriz y la de mascotas, antes que permitirte un sólo beneficio a ti mismo. Así se vivía en la era del automóvil.

Vivimos en la decadencia de un modo de vida insostenible. En el que teníamos que pagar por todo para quedarnos con muy poco. Y tal vez haya sido la tecnología, la apertura de nuevas formas de comunicarnos o simplemente que la situación económica ha sido peor año con año, crisis tras crisis y ya no queda mucho por hacer en el mismo camino. 

Hace un mes charlando con Pedro Bravo, autor del libro Biciosos me compartía que las crisis han sido como el subir y bajar de una pelota que cuando toca el suelo rebota, y así estuvimos alguna vez: a veces arriba y a veces tocando fondo, y concluía que ahora mismo estamos tocando el piso, pero no se percibe que vayamos a rebotar muy lejos. No si seguimos botando la pelota del mismo modo.

Nos organizamos a otro ritmo
El recién publicado Reglamento de Tránsito del DF me parece una muestra muy clara de participación ciudadana. Los grupos ciclistas alzaron la voz con propuestas claras y bien fundamentadas para que finalmente ciclistas y peatones fueran tomados en cuenta como las partes principales de este documento.

Parte de estas propuestas iniciaron comunicándose por grupos de Whatsapp, se continuaron en reuniones de café y terminaron plasmadas en el primer reglamento de tránsito hecho bajo la perspectiva de Visión Cero de Latinoamérica. Así nos organizamos en esta era.

Los candidatos independientes (Kumamoto es un excelente ejemplo) no necesitaron pagar "la caja china" a Televisa o Tv Azteca para poder ganar las elecciones. Lo hicieron a través de Twitter, Facebook y Youtube con menos de 300 mil pesos.

Algunos mueren de miedo

Igual que en la calle no falta el que te grite desde su auto "vete a un parque" o "estorbo"  cuando vas en bici, en el resto de la vida hay quienes siguen en su zona de confort viviendo la era del automóvil, temerosos a bajarse de él para hacer contacto real con la calle, con la vida y con una democracia que va más allá del voto. Seguir viviendo en "el tráfico está mortal" sin darse cuenta que son parte de él.

Los cambios causan temores, porque no se sabe qué es exactamente lo que va a venir. Muchos sentimos temor al salir por primera vez en bici. Es como sentirse desnudo y solo. Hasta que el sentido de vivir a otro ritmo, sin tanto peso y gasto para poder avanzar se apodera de ti. 

Muchos nos estamos bajando del auto para subirnos a la bici, otros están dejando la oficina y abriendo su propio negocio desde casa, compartiendo un departamento, viajando sin hotel, casándonse sin iglesias, organizándose sin partido político. Viviendo a otro ritmo, al que se mueve con el esfuerzo propio, como se mueve una bici, como comienza a moverse esta nueva era.