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viernes, 30 de enero de 2015

Han sido más de 43


El 26 de septiembre del año pasado policías municipales de Iguala, Guerrero, entregaron a unos 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de la comunidad de Ayotzinapa, a un supuesto grupo de asesinos, quienes desaparecieron a los estudiantes.

Este hecho colmó el vaso de la indignación de una ciudadanía que ya está cansada del abuso y la negligencia de las autoridades en todos sus niveles. También un viernes; 14 de noviembre de este año, un autobús de transporte público arrolló a Gerardo Pedroza de 32 años, usuario del sistema de transporte individual Ecobici, matándolo al instante en el cruce vial de la Avenida Chapultepec y la calle Lieja, una intersección ejemplar de la falta de infraestructura vial y de la pobre autoridad que tienen los oficiales de tránsito en las calles de la Ciudad de México y en general de todo el país.

Estamos indignados por el descaro de las autoridades al deslindarse de los hechos que son resultado de décadas de corrupción y negligencia. El país, con justa razón, está culpando al gobierno por la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, y desde aquí también señalo a las autoridades como culpables de las 17 mil muertes anuales en accidentes de tránsito que han ocurrido en el país.

La podredumbre de las instituciones literalmente está matando a los mexicanos. Con esta taza de mortandad en dos años podríamos llenar el Estadio Azul de cadáveres de peatones, ciclistas y automovilistas. Transeúntes que todos los días salimos a la calle a una convivencia violentísima para poder satisfacer un derecho fundamental en nuestras vidas: la movilidad. Sin embargo las instituciones encargadas de proveer a las ciudades de infraestructura digna y segura para podernos mover, no reciben los recursos necesarios.

Al parecer, a los diputados y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sólo les interesa destinar recursos a quienes firmen contratos millonarios con las constructoras de puentes, segundos pisos y distribuidores viales, echándole más leña a la hoguera de las calles donde cada día mueren mexicanos.

 La muerte no discrimina, tanto que los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en niños entre 5 y 14 años según el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes. México es el séptimo país con más muertes por inseguridad vial. Un dato que indigna y que espanta, porque cualquier día podría ser uno de nosotros. La desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa dejó un hueco emocional grande el país. Y nos recuerda que han sido muchos más de 43 las personas que mueren o desaparecen todos los días en México y que duelen, en verdad duelen, indignan y enojan.

Texto publicado originalmente en Cletofilia 05.

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